A menudo se habla de Franz Liszt como la primera estrella de rock ya que, durante sus conciertos, las mujeres supuestamente le arrojaban prendas de vestir y se peleaban por cualquier cosa que él tocase (colillas de cigarros, pañuelos de bolsillo o bucles de su pelo). También fue uno de los compositores más activos y prolíficos del siglo XIX en Europa. Liszt, un innovador musical en todos los sentidos, con frecuencia incorporaba las melodías de su tierra natal, Hungría, a sus piezas formales, algunas de las cuales encontrarás a continuación. Además, usó su estrellato para hacer el bien, donando las ganancias de sus conciertos a obras de caridad en numerosas ocasiones.

Incluso si no sabías nada de él, probablemente hayas oído su música: sus composiciones dinámicas y virtuosas aparecen a menudo en cine y televisión, por ejemplo, en la famosa película ¿Quién engañó a Roger Rabbit? o en el eterno favorito de los sábados en la mañana, los Looney Tunes. Sus obras abarcan desde la belleza propia del amor más puro hasta el terror absoluto, así que siempre hay algo para todos los gustos. 

Hemos elegido ocho de nuestras piezas favoritas para que empieces a aprender hoy mismo con flowkey. Están disponibles en varios niveles, de Principiante a Pro, incluyendo una que está considerada entre las composiciones para piano más difíciles de todos los tiempos. 

1. Liebestraum n.° 3 – Sueño de amor

El clásico “sueño de amor”

Liebestraum n.° 3 es la canción romántica de piano ideal. Ensoñadora, hermosa y desgarradora, esta melodía no estaría fuera de lugar acompañando a una novia hacia el altar o flotando delicadamente en la brisa de un apacible día de verano. Liszt compuso esta canción para musicalizar un poema de Ferdinand Freiligrath, el cual, con versos como “¡Oh, ama mientras puedas amar!”, nos recuerda que debemos aprovechar al máximo el poco tiempo que nos queda.
Liebestraum n.° 3 está disponible en flowkey, desde nivel Principiante hasta Pro. Intérpretes con experiencia encontrarán en esta composición un reto tonal, con sus melodías crecientes y bastante espacio para añadir interpretación y emoción. Además de ser una excelente pieza para desarrollar la coordinación de las manos, ofrece a pianistas principiantes la oportunidad de explorar cómo los silencios y la técnica de pedal pueden influir en la emoción que transmite una pieza. En resumen, se trata de un clásico contundente, imprescindible para cualquier pianista.

2. Rapsodia húngara n.° 2

Bugs Bunny, Tom y Jerry y Franz Liszt 

Esta vivaz y jocosa pieza se usa a menudo en cine y televisión para expresar virtuosismo y comedia: Si alguna vez has visto los Looney Tunes o ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, seguramente la habrás oído. Esta divertida canción, adornada con melodías folclóricas de la infancia de Liszt, no desentonaría en una fiesta alegre en casa o en un piano público para asombrar a una multitud. 

Uno de los aspectos más interesantes de esta pieza son los súbitos cambios de tempo que van de lento, como una marcha, a increíblemente rápido y suponen un emocionante desafío para pianistas de todos los niveles. Esta pieza definitivamente tiene algo para todo el mundo. No importa qué nivel tengas, podrás encontrar un pasaje para practicar y asombrar a amigos, desconocidos y, sobre todo, asombrarte tú también.

3. Nuages gris

An experimental storm

Nuages gris, o “Nubes grises”, muestra la faceta más temperamental de Liszt en algo que suena más como una tormenta en el horizonte que como cualquier otra cosa en el canon clásico. Esta pieza, altamente experimental para la época, es casi atonal, sin una nota “inicial” ni una melodía regular. De este modo, Liszt predijo algunas de las características que definirían la música del siglo XX. 

La composición está disponible para nivel Avanzado en flowkey. Esta ofrece la oportunidad para practicar sostener la amplitud con ambas manos, con una estructura que contiene pocas repeticiones. Pianistas con menos experiencia también pueden probar, así sea solo para pasar un rato con una pieza desarrollada en torno a un estado de ánimo más que a una melodía.

4. Cinco piezas para piano S. 192 – Movimientos I, II, III, IV 

Momentos cortos y agradables en el piano

Liszt compuso estas piezas a lo largo de 14 años, pero no fueron puestas en conjunto sino hasta el siglo XX, mucho después de su muerte. Todas ellas dedicadas a una amiga suya, siguen siendo algunas de las composiciones breves más conmovedoras y reflexivas del piano clásico. Suelen interpretarse en todo el mundo en “recitales” de piano (término acuñado por el mismo Liszt) y forman parte del repertorio de cualquier pianista. 
Cualquiera de estas piezas puede tocarse en poco tiempo y es perfecta para introducir un poco de variación. Sus títulos son, de hecho, indicaciones de cómo tocarlas: Adagio, que significa lento; Moderato, que significa a un tempo moderado; y Andantino, que significa ligeramente más rápido. Si quieres una pequeña muestra de lo que es Franz Liszt, estas piezas son un buen lugar para empezar.

5. Lento placido – Consolación n.° 3 en re♭ mayor

Un arreglo de ensueño probablemente inspirado en Chopin

Liszt era admirador de Chopin y probablemente se inspiró en sus obras. Esto es particularmente evidente en la Consolación n.° 3, que Liszt compuso alrededor de la fecha de muerte de Chopin y que comienza de forma similar al Nocturno n.° 2 en re♭, op. 27. Esta pieza, al igual que las obras que la inspiraron, es evocativa de la noche y está pensada para un tempo “lento y plácido” (lento placido). 
Esta hermosa melodía se presta para practicar el ritmo y la coordinación de las manos, si puedes resistir su atracción ensoñadora y mantener la concentración mientras la tocas. También es ideal para practicar tu técnica de pedal y si, de casualidad, tu piano tiene pedal de sostenuto, también tendrás la oportunidad de probarlo.

6. La campanella

Una de las piezas de piano más difíciles (y gratificantes) jamás compuestas

Si quieres presumir o retarte al máximo, no busques más. Ampliamente considerada como una de las piezas para piano más difíciles jamás compuestas, La campanella es una maravilla de la destreza de los dedos y la independencia de las manos. La melodía proviene de un movimiento del Concierto para violín n.º 2 en si menor, op. 7 de Niccolò Paganini que inspiró tanto a Liszt, que lo adaptó para el piano. El nombre significa “La campanilla” en español y hace referencia a la canción popular italiana en la que se basa esta pieza. 

La versión de flowkey es más corta y está ligeramente simplificada, pero al practicarla, verás como tus dedos vuelan para cubrir grandes distancias, tus brazos se cruzan uno sobre el otro y tus manos están prácticamente una encima de la otra. La recompensa es magnífica, incluso en esta forma abreviada. Si apenas estás empezando, puedes optar por el arreglo más sencillo de nivel Intermedio e ir avanzando.

7. Funerarias

Réquiem por una revolución

Liszt escribió esta pieza lúgubre, disonante e innegablemente apasionada en respuesta a la fallida Revolución húngara de 1848. Tras promulgar reformas democráticas, los sueños de independencia de los húngaros fueron finalmente aplastados por el imperio austriaco, y varios amigos y conocidos de Liszt fueron asesinados o exiliados. La independencia de los húngaros solo se haría realidad al final de la Primera Guerra Mundial, pero tristemente Liszt no viviría para ver a su país libre. 
Conforme al tono sombrío, pesaroso y a veces airado de su composición, esta pieza debe interpretarse tanto con gran valentía como con profunda emoción. Es perfecta para momentos de tristeza o arrepentimiento, y un importante recordatorio del poder transformador de la música. Funerarias es una de esas obras de arte que nos ayudan a expresar y procesar todas nuestras emociones, no solo las buenas.

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8. Paráfrasis sobre Dies Irae

La música como memento mori

Esta pieza poderosa y levemente estremecedora, sirve como memento mori, un recordatorio de que la muerte nos llegará a todos algún día. No obstante, en lugar de ser aterradoras y horribles, las obras de arte de este estilo son un aviso para vivir la vida bien y honestamente, ya que solo tenemos una. En este caso, una vida bien vivida siempre va acompañada del poder de la música.  

Quizás no tan irónicamente, tú podrás gozar un buen rato con esta pieza que contiene una serie de deslizamientos que ocupan casi toda la longitud del teclado y a menudo se tocan con el dorso o el lateral de los dedos. También podrás divertirte con el tic-tac de la melodía de la mano izquierda y el despertador que se toca con la derecha y que nos recuerdan la interminable marcha del tiempo. Una canción genial para Halloween y cualquier ocasión que requiera un baño de realidad sobre la fugacidad de la vida. 

Toca la música que amas y descubre tus nuevas favoritas con flowkey

Con flowkey, nunca tendrás que preguntarte qué tocar después. Nuestro catálogo está lleno de música de todos los géneros y dificultades, para que intérpretes de todos los niveles puedan aprender las canciones que aman y descubrir sus nuevas favoritas. 

Esperamos que alguna de las canciones de Liszt anteriores haya cautivado tu imaginación, pero si te apetece algo más, tenemos otro montón de clásicos, fáciles de aprender, de los compositores más famosos y de otros no tanto, pero igual de geniales. Prueba flowkey hoy mismo y descubre tu pasión.